La crème brûlée es una especialidad de la repostería francesa que se traduce literalmente como «crema quemada» y cuyos primeros registros se remontan al libro de cocina «Nouveau Cuisinier Royal et Bourgeois» de 1691.
Los macarrones con queso a la cerveza son una deliciosa variante de la clásica receta que agrega un toque de profundidad de sabor gracias al uso de cerveza en la salsa, un plato reconfortante y fácil de preparar.
El pavo navideño a la cerveza es una receta perfecta para quienes desean darle un toque diferente a su cena de Navidad, combinando cerveza, especias y jugos naturales para realzar los sabores de la carne.
Hasta hace muy poco la cerveza no había logrado entrar con propiedad en el a veces selecto mundo de la coctelería, aún cuando posee una diversidad de sabores y una complejidad de características que para quienes disfrutan de estas bebidas no ha pasado desapercibida.
La sopa de cebolla es una receta de origen humilde que ya era preparada por los antiguos romanos y que hoy por hoy es considerada una de las más tradicionales más famosas de la gastronomía francesa.
La cerveza en general suele ser un ingrediente muy común al preparar masas fritas debido a su contenido de levadura y dióxido de carbono (CO2), lo que permite obtener masas más esponjosas y crujientes.
Muy pocas cosas complementan tan bien un sándwich como un pepinillo encurtido, pero la monotonía de las variedades industriales almacenadas en los estantes de los supermercados durante meses a veces puede hacernos perder el entusiasmo.
El estilo de cerveza escogido será el encargado de aportar el grado extra de personalidad y habitualmente un final sorprendente. Si te atreves con una hamburguesa gourmet de las que triunfan, toma nota de esta receta.
La fondue de queso es uno de los platos emblemáticos de la gastronomía suiza, originado en la región de Romandía, también conocida como la Suiza francesa.
En la Europa medieval ya existían bebidas que mezclaban cerveza, mantequilla, huevos y especias, por lo que la moderna cerveza de Harry Potter toma inspiración de estas antiguas tradiciones, adaptándose a variedades modernas con y sin alcohol.
Elaborada con cerveza de estilo Weissbier y un toque de anís estrellado, esta receta combina sabores tradicionales con un toque contemporáneo, inspirados en la cocina italiana y el amor por los ingredientes frescos.
Al preparar carbonade flamande, si la cerveza no es lo suficientemente oscura, los belgas suelen añadir una par de onzas de chocolate para ajustar el color y añadir una capa de sabor adicional.