La tentación de no poner filtros por «no cerrarse puertas» es real, pero contraproducente. Aquí la calidad prima sobre la cantidad. No se trata de coleccionar matches, sino de encontrar conversaciones que merezcan la pena.
La visualización de datos ha abierto una puerta a un mundo donde aficionados, entrenadores y analistas pueden descubrir patrones ocultos y anticipar jugadas como nunca antes.