La disminución del consumo de alcohol entre la Generación Z ha generado un intenso debate en la industria de bebidas y está redefiniendo algunos patrones que la industria cervecera debe comprender para adaptarse estratégicamente.
Las cervecerías enfrentan un panorama desafiante con la disminución de clientes y el aumento de los costos de producción, lo que ha forzado a muchas a cerrar sus puertas para siempre.