Las frías y oscuras tardes de julio en el hemisferio sur nos invitan a quedarnos en casa, tomar un buen chal, una buena serie y, por qué no, acompañarlo con un buen vino.
A pesar de los bajos niveles de temperatura que venimos experimentando, pensar en disfrutar de una buena cerveza –sobre todo si es artesanal – siempre suena como una excelente idea.