Identificar los diversos aromas y sabores presentes en la cerveza no solo mejora la experiencia del consumo, sino que también proporciona una comprensión más profunda de los procesos de elaboración y las características únicas de cada estilo de cerveza.
Una cerveza puede ser comparada con el desempeño de una orquesta sinfónica, nosotros somos el director, la receta es la partitura y los instrumentos son los ingredientes con los que trabajamos.
Podríamos definir calidad como el conjunto de propiedades inherentes a un producto que le otorgan capacidades de satisfacer necesidades implícitas o explicitas, sin embargo, dicha definición todavía es muy genérica.