Para la humanidad temprana, la cerveza era quizás el más importante alimento de su dieta. Una valiosa fuente de proteínas y vitaminas, un hito importante para garantizar nuestra supervivencia como especie.
El consumo moderado de cerveza, por sus ingredientes naturales, puede tener efectos beneficiosos para la salud de las mujeres en diferentes etapas de su vida como el embarazo, la lactancia, la menopausia, la osteoporosis o el alzhemier.