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La producción de lúpulo en Brasil está experimentando un punto de inflexión gracias al avance de tecnologías limpias aplicadas a su procesamiento.

Investigadores del CBioClima (Unesp), junto al INCT NanoAgro y empresas del sector, demostraron que la extracción supercrítica con CO₂ puede elevar drásticamente el rendimiento de los compuestos clave del lúpulo y al mismo tiempo, abrir nuevas oportunidades para la industria cosmética, farmacéutica y de ingredientes funcionales.
Este avance no solo beneficia a los productores que buscan competir con mercados tradicionales como Estados Unidos o Alemania.
También redefine el rol del lúpulo en América Latina, proyectando una nueva cadena de valor basada en productos de alto rendimiento, sustentables y con aplicaciones más amplias que la cerveza.
Contenido
Un salto que cambia la ecuación productiva
El estudio brasileño logró comparar la extracción tradicional con la extracción supercrítica mediante CO₂, una técnica utilizada desde hace décadas en los grandes polos lupuleros.
En métodos convencionales se obtenían extractos con cerca de 15% de concentración y alrededor de 9% de alfa-ácidos, responsables del amargor de la cerveza.
Con CO₂ supercrítico, los investigadores alcanzaron concentraciones de hasta 72% de alfa-ácidos, algo inédito para lúpulo cultivado en Brasil.
La diferencia no es solo numérica. La técnica permite preservar mejor los compuestos aromáticos, evita el uso de solventes derivados del petróleo y recircula el CO₂ al final del proceso, reduciendo el impacto ambiental.
En términos cerveceros, el estudio estima que el uso de estos extractos podría mejorar la productividad en al menos un 20%, además de estandarizar resultados entre lotes.
Incluso después de la extracción, los residuos conservan alto contenido de compuestos fenólicos y flavonoides antioxidantes, lo que abre puertas a usos industriales que van desde cremas antiedad hasta suplementos naturales y alimentos funcionales.
Un mercado global que crece
La tendencia no ocurre en el vacío. Reportes internacionales muestran que el mercado de derivados del lúpulo, incluyendo extractos, lupulina y fracciones aromáticas, alcanzará cerca de USD 1,30 mil millones en 2024, con un crecimiento anual cercano al 6,5% hasta 2030, impulsado por la demanda cervecera y por nuevas aplicaciones industriales.
El análisis de crecimiento proyectado hacia 2035 también indica un avance sostenido, llegando a una valoración en el rango de USD 1,44 mil millones, donde los métodos de extracción sustentable tienen un papel central en la innovación y diferenciación de productos.
Este escenario confirma que los extractos de lúpulo ya no dependen únicamente del auge cervecero. Su valor está en los compuestos bioactivos que pueden utilizarse en múltiples industrias, lo que vuelve estratégicas tecnologías como el CO₂ supercrítico.
Implicancias para Latinoamérica
Aunque el estudio proviene de Brasil, sus resultados son especialmente relevantes para otros países latinoamericanos que hoy dependen de importaciones.
La viabilidad técnica demostrada por los investigadores brasileños sugiere que el cultivo local, combinado con tecnologías limpias de procesamiento, podría permitir el desarrollo de una industria regional de lúpulo con sello propio.
Para productores agrícolas, significa la posibilidad de diversificar cultivos y generar valor agregado más allá de la venta de flores secas.
Para cervecerías artesanales, abre la opción de acceder a extractos más estables, concentrados y consistentes, reduciendo costos logísticos y fortaleciendo la identidad local.
Para emprendedores en bioproductos, cosmética o suplementos funcionales, el lúpulo aparece como un nuevo actor botánico con alto potencial.
Una oportunidad que recién comienza
El avance tecnológico logrado en Brasil marca un cambio de paradigma: el lúpulo, históricamente visto como un cultivo complejo y dependiente de importación, podría convertirse en una materia prima estratégica para Latinoamérica.
La combinación entre agricultura especializada, investigación aplicada y tecnologías de extracción “verdes” permite diversificar industrias y abrir un abanico de productos de alto valor.
Para quienes trabajan en cerveza, agroindustria, innovación botánica o modelos de negocio sostenibles, este es un momento ideal para observar de cerca lo que está ocurriendo en Brasil.
La región podría estar frente a una nueva etapa del lúpulo latinoamericano, con implicancias productivas, económicas y tecnológicas que irán mucho más allá de la copa.
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