La cerveza añadida a la salsa de queso otorga un tipo de profundidad que habitualmente es otorgada por la mostaza, una rica calidez especiada para la que se recomienda utilizar cervezas oscuras y moderadamente dulces.
El maridaje de cerveza y queso ofrece un enorme mundo de sensaciones, principalmente debido a sus puntos en común como las levaduras, los matices terrosos, los aromas tostados, las notas florales o frutales, etc.
La fondue de queso es uno de los platos emblemáticos de la gastronomía suiza, originado en la región de Romandía, también conocida como la Suiza francesa.