Las bebidas fermentadas como la chicha han sido preparadas y consumidas por casi todos los pueblos antiguos en su área geográfica específica, identificaba uno o varios alimentos de base y aplicaba procedimientos de fermentación.
En las cortezas de lengas, coigües y araucarias del bosque patagónico se escondió, durante siglos, el eslabón perdido del que nacen todas las cervezas lager del mundo.
La levadura de cerveza tiene un alto contenido de vitamina del grupo B (B1, B2, B6, niacina y ácido fólico), fibra, así como fuentes naturales de distintos minerales como el hierro y el magnesio.
Las levaduras son hongos unicelulares de forma ovoide que se reproducen por división celular y producen enzimas capaces de descomponer diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares.
Un hombre sufría síntomas similares al estado de ebriedad: tenía lagunas en su memoria, se encontraba irritado, depresivo y mareado. Pensó que era cansancio, pero una mañana lo arrestaron por manejar “bajo los efectos del alcohol”.
La elaboración de cerveza lager alcanza el 90% de la producción mundial y en su base está implicado un híbrido que combina lo mejor de dos levaduras y que es capaz de fermentar a bajas temperaturas. Pero, ¿se puede mejorar la eficiencia de su elaboración?
Como ya sabemos, la cerveza consta de 4 ingredientes y todos tienen que ver en la aportación de sabores y aromas. En artículos anteriores ya hablamos sobre las aportaciones de las maltas y el lúpulo en el resultado final de nuestra cerveza.
Las levaduras son más diversas de lo que creemos, existen miles de especies y habitan casi todos los ambientes naturales del planeta, siendo utilizadas en la producción alimentos y/o para producir compuestos antioxidantes y filtros solares.
Troels Prahl, cervecero y microbiólogo del distribuidor de levaduras White Labs, se sienta en el bar de degustación del laboratorio en compañía de cuatro medias pintas y describe cada una entre sorbos pensativos.