El mundo de la arqueología y la cultura cervecera perdió recientemente a una de sus figuras más fascinantes, el Dr. Patrick Edward McGovern.

Reconocido internacionalmente como el “Indiana Jones de la cerveza”, este investigador de la Universidad de Pennsylvania dedicó su vida a explorar, con rigor científico y pasión contagiosa, el papel de las bebidas fermentadas en la historia de la humanidad.
Su fallecimiento fue confirmado el 24 de agosto de 2025, a los 78 años, dejando tras de sí un legado que trasciende lo académico y se mantiene vivo en cada sorbo que conecta pasado y presente.
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Un pionero de la arqueología biomolecular
Químico de formación, arqueólogo por vocación y divulgador por pasión, McGovern fue uno de los padres de la arqueología biomolecular.
Desde el Museo de la Universidad de Pennsylvania dirigió un laboratorio que se especializó en rastrear compuestos orgánicos en vasijas y restos arqueológicos, abriendo una ventana inédita a la dieta y los rituales de civilizaciones antiguas.
Su mirada interdisciplinaria, que combinaba la química con la antropología, marcó un antes y un después en la forma de entender la historia de la alimentación.
Redescubriendo fermentaciones
Uno de sus hallazgos más célebres fue la confirmación de la bebida alcohólica más antigua conocida: una mezcla de arroz, miel y frutas elaborada en Jiahu, China, hace 9.000 años.
También reconstruyó la bebida servida en el banquete funerario del legendario rey Midas, un cóctel de vino, cerveza y miel que siglos después volvió a la vida gracias a cervecerías artesanales.
McGovern fue igualmente pionero en descubrir los orígenes fermentados del cacao en Mesoamérica y en documentar las primeras vinificaciones en el Próximo Oriente.
Cada hallazgo no solo sumaba datos a la arqueología, sino que revelaba la centralidad de la fermentación en la historia humana como motor de la agricultura, catalizador de rituales y acompañante en momentos de celebración y duelo.
Un narrador apasionado
Lejos de encerrar sus hallazgos en laboratorios o revistas científicas, McGovern entendía la importancia de compartir el conocimiento.
Es autor de libros fundamentales como Ancient Wine y Uncorking the Past, donde combina ciencia, relato histórico y anécdota con una prosa accesible.
También participó en documentales y exposiciones, transmitiendo siempre la misma chispa de entusiasmo que lo caracterizaba en el trato cercano.

Su vínculo con Dogfish Head
Quizá el capítulo más popular de su carrera fue su colaboración con la cervecería Dogfish Head. Junto a Sam Calagione, McGovern convirtió descubrimientos arqueológicos en recetas modernas.
Así nacieron cervezas como Midas Touch, Château Jiahu o Theobroma, auténticas cápsulas del tiempo en forma líquida. Gracias a estos proyectos, miles de personas pudieron saborear un pasado que parecía perdido para siempre.
El eco de su legado
La noticia de su muerte generó una ola de reacciones en la comunidad científica y cervecera. Dogfish Head lo despidió con un brindis, recordándolo como un amigo entrañable y colaborador visionario.
En foros de cerveceros y arqueólogos, las palabras se repetían con muestras de respeto, admiración y gratitud por haber hecho de la historia algo tangible, bebible y emocionante.
Patrick McGovern demostró que la fermentación es más que una técnica, es cultura líquida que conecta épocas, pueblos y emociones.
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