El plástico, como material de envase, ha cambiado bastante la forma en la que vivimos. Es barato, se puede moldear para transformarlo a prácticamente cualquier forma y es generalmente fácilmente reciclable.

Envases de vidrio
Envases de vidrio

¿Por qué que todavía usamos botellas de vidrio y latas para almacenar cerveza o vino? ¿Tiene que ver con la estética? ¿Con el sabor? ¿Existen otros factores en juego?

Envases de plástico para cervezas

Muchos se sorprenderán al saber esto, pero la cerveza se almacena en botellas de plástico en algunas partes del mundo, por ejemplo en el Reino Unido.

Carlton & United Breweries fue el primero en introducir cerveza en botellas de PET (Tereftalato de polietileno), un tipo de plástico muy usado en envases de bebidas, en 1996.

Durante los Juegos Olímpicos de 2012 Heineken, patrocinador oficial de los JJOO abasteció neveras en Londres, con más de un millón de botellas de plástico de cerveza creadas especialmente para el evento.

Mientras ellos decían que era por razones medioambientales, se ha especulado que en realidad fue hecho por razones de seguridad.

¿Por qué no es esta práctica más extendida? ¿No es una práctica que solo presenta ventajas? Bueno, al parecer no.

Tal vez la respuesta más pertinente para nosotros como clientes es que envasar en botellas de plástico puede afectar a su sabor.

Científicamente es reconocido que el grosor de la copa afecta a la percepción del líquido. Para saborear un buen vino o una buena cerveza, hay que tomarla en el recipiente adecuado.

¿Por qué vidrio y no plástico?

El plástico es mucho más poroso que el vidrio, que en sí es casi impermeable al oxígeno y al dióxido de carbono.

En términos simples, esto significa que la cerveza, refresco o vino al estar en plástico dejarían escapar más fácilmente el dióxido de carbono que hace que sea efervescente en un primer momento.

La otra ventaja del vidrio es que es un elemento neutro, no interactúa químicamente con lo que usted almacena en su interior.

Citando a Glass is Life:

Cuando usted come o bebe algo en vidrio, está experimentando el sabor puro del alimento o bebida, nada más, nada menos.

El plástico, por el contrario, está lleno de productos químicos que podrían liberarse dentro de su cerveza o vino, arruinándola. El plástico es utilizado a menudo para almacenar bebidas no alcohólicas.

Cuando se almacena a temperatura ambiente o menor, la cantidad de antimonio que se filtra es generalmente considerada seguro, pero a medida que las temperaturas aumentan, también lo hace el nivel de antimonio en su bebida.

Cuando se almacena en un garaje sin aislamiento durante unos meses en el verano o en otras zonas cálidas, los niveles pueden exceder los límites recomendados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente.

Existen voces algo discordantes con esta afirmación, según asegura Miguel Puyalto, Director General de ANEP (Asociación Nacional del Envase de PET):

El mercado en España es de unos 6.000 millones de envases de cerveza (vidrio y lata), de los cuales entre 3.000 y 3.5000 millones son susceptibles de ser envasados en PET.

Uso de latas de aluminio

En lo que respecta a las latas de aluminio, como el vidrio, hablamos de un material relativamente impermeable, por lo que es un contenedor de almacenamiento ideal para la cerveza o el vino.

Curiosamente, el interior de latas de aluminio se recubre con una material especial para reducir el riesgo de lixiviación del aluminio en la bebida haciéndolo mucho más seguro; entre otras cosas, los niveles de aluminio elevados en el cuerpo se han relacionado con enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

En cualquier caso, las latas de aluminio también tienen la ventaja de ser totalmente opacas, protegiendo la bebida que contiene mucho mejor que otros tipos de los envases.

Otro problema con las botellas de plástico es que simplemente no pueden hacer frente al proceso de pasteurización al que la mayoría de las cervezas se someten.

Después de que la cerveza ha sido elaborada y empaquetada, lo habitual es que se pase por una máquina que pulveriza con agua hirviendo, calentar el líquido en el interior para matar los microbios que podrían haber sobrevivido al proceso de elaboración de la cerveza.

La botella tiene que sobrevivir también las temperaturas de pasteurización, de alrededor de 78°C (172°F) durante 15 minutos que, de acuerdo con reportes técnicos, excede las posibilidades del PET.

Todo esto asegura que la cerveza se pueda beber, mejorando enormemente su vida útil. Mientras que las botellas de vidrio y latas son más que capaces de soportar este proceso sin incidentes, las botellas de plástico tienden a deformarse.

Esto significa que tienes que saltar el proceso en su totalidad, o utilizar un plástico mucho más resistente, lo que aumenta su coste, algo que las compañías no están dispuestas a asumir.

Experiencias excepcionales

Existen excepciones, Carlsberg en Dinamarca usa un sistema de material que se denomina PEN Monocapa que le ha permitido mejorar las propiedades del material PET para envasado de cerveza.

También Cruzcampo (Heineken), en España, utiliza un material barrera de cinco capas en sus envases de plástico. Algunas de estas capas generan barrera activa al oxígeno y pasiva al CO2.

El futuro es incierto. Los mecanismos y métodos de producción evolucionan y cambian. ¿Quién puede asegurar que dentro de una década no se consuma vino y cerveza en botellas de plástico?

Hemos llegado a ver como combinan café y vino en una misma lata, todo es posible. Lo indudable es que, por ahora, vidrio y aluminio seguirán siendo los materiales más usados.

Envases y embalajes

Recomendamos