El descubrimiento de una botella de cerveza de hace 220 años recuperada del Sydney Cove, hundido en aguas australianas cercanas a Tasmania, ha inspirado la creatividad de un equipo de investigadores.

Cerveza encontrada en un barco hundido en 1797
Cerveza en un barco hundido en 1797

Los científicos han utilizado la levadura de cerveza hallada en el interior de la botella para recrear esta bebida histórica y tienen previsto invertir los beneficios de su venta en labores de conservación para un museo local y en yacimientos arqueológicos clave.

Rescate de levaduras centenarias

Según informa el portal Live Science, los científicos que han recreado esta antigua cerveza proceden de Australia, Francia, Alemania y Bélgica.

Han utilizado la levadura hallada en el interior de una antigua botella de cerveza sin abrir y una receta tradicional de la época para elaborar una «cerveza de sabor suave».

Trabajando conjuntamente, los científicos consiguieron revivir cinco especies distintas de microbios de la levadura a partir de la antigua botella de cerveza.

Genética triplemente híbrida

El director del proyecto David Thurrowgood, conservador y químico del Museo y Galería Reina Victoria (MYGRV) de Launceston, con sede en la isla de Tasmania, en declaraciones recogidas por el Daily Mail explica:

Se trata de una levadura poco común triplemente híbrida, emparentada con las levaduras del pan, la cerveza y el vino. Es genéticamente diferente a cientos de especies de levadura con las que la hemos comparado, procedentes de Australia y de todo el mundo. Tradicionalmente, la cerveza se elaboraba en barricas abiertas y esta levadura encaja con las prácticas de fabricación de cerveza de la época.

Igualmente los científicos han logrado encontrar varias especies de bacterias dentro de la botella que aportarán valiosa información sobre los microorganismos en la dieta humana desde una época anterior a la Revolución Industrial en Europa, explicaba Thurrowgood.

A continuación añade:

La gente habla de enfermedades autoinmunes y otros trastornos relacionados con el hecho de que llevamos una dieta bastante pulcra en nuestros días, mientras que en el pasado nuestra dieta estaba llena de microbios.

Oportunidad de investigación

Ésta es una de las pocas oportunidades que tenemos de investigar realmente aquellos microbios, y comprobar cuáles eran realmente».

El pecio del Sydney Cove fue explorado por arqueólogos marinos en la década de 1990. Hallaron diversas botellas y barriles de cerveza, además de botellas de vino, brandy y ginebra, entre otros descubrimientos.

Aunque aún no se ha comercializado, los investigadores opinan que hay posibilidades de que esta cerveza tenga éxito.

Tiene un sabor bastante dulce -algunos lo han descrito casi como un sabor a sidra o refrescante- que procede de la levadura.

Muchos de los objetos recuperados del barco hundido se encuentran expuestos en el MYGRV y en la web del museo podemos leer que el Sydney Cove fue el primer barco mercante que naufragó en aguas australianas.

Fondos para la conservación

Los investigadores esperan que la cerveza les permita obtener fondos que puedan ayudar en el futuro a conservar la colección de piezas procedentes del Sydney Cove que alberga el museo, así como los campamentos de los supervivientes del naufragio que aún se conservan en Preservation Island.

Thurrowgood ha comentado asimismo que algunas de las posibilidades para el futuro:

Podríamos establecer una pequeña cervecería en los edificios históricos del museo en Launceston o crear una cerveza artesanal basada en la antigua cepa de levadura de finales del siglo XVIII.

La historia de la cerveza

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