En un contexto en que la cerveza postprohibición en Estados Unidos era sinónimo de lagers ligeras producidas a escala industrial por un puñado de gigantes cerveceros, la historia de Jack McAuliffe marcó un antes y un después.

Jack McAuliffe
Jack McAuliffe

Considerado por muchos como el «padre de la cerveza artesanal estadounidense», McAuliffe fundó en 1976 la cervecería New Albion Brewing Company, ampliamente reconocida como la primera microcervecería moderna del país.

Su reciente fallecimiento, el 15 de julio de 2025, a los 80 años, invita a repasar y valorar su profundo legado en el mundo cervecero.

Origen y visión disruptiva

Jack McAuliffe nació el 11 de mayo de 1945 en Caracas, Venezuela, hijo de un criptógrafo estadounidense y una profesora. Creció entre Colombia y Virginia y más tarde desarrolló habilidades técnicas trabajando como aprendiz de soldador.

Tras un paso por la Marina de EE. UU., donde fue destinado a Escocia, McAuliffe descubrió los estilos británicos, especialmente Stout y Porters, que lo inspirarían a replicar esa riqueza sensorial en suelo estadounidense.

Tras establecerse en California y trabajar como ingeniero, no abandonó su sueño cervecero. En 1975, junto a Suzy Denison y Jane Zimmerman, fundó New Albion Brewing Company en un viejo almacén en Sonoma, California.

El proyecto inició con apenas 400 barriles anuales, una cifra insignificante comparada con los millones de litros que producían en minutos cerveceras como Coors o Anheuser-Busch.

Cerveza antes de «artesanal»

Lo que hizo McAuliffe no fue solo pequeño en escala, sino radicalmente diferente. En lugar de lagers industriales, elaboraba ales con métodos e ingredientes tradicionales.

La falta de acceso a materias primas en pequeñas cantidades lo obligó a improvisar: construyó su propia línea de producción con materiales reciclados y comenzó a utilizar lúpulo Cascade, rechazado por las grandes cerveceras por su carácter cítrico y resinoso, pero que luego se convertiría en un símbolo del movimiento craft.

Cervezas de New Albion

La filosofía do it yourself (D.I.Y.) de McAuliffe sentó las bases del ethos artesanal que hoy define a miles de cervecerías.

Theresa McCulla, historiadora cervecera del Museo Nacional de Historia Americana del Smithsonian, resume:

Demostró que si podías soldar y construir tu equipo, también podías hacer buena cerveza.

El breve auge de New Albion

El nombre “New Albion” rindió homenaje tanto a un antiguo asentamiento cervecero californiano como al nombre que Sir Francis Drake dio a la región en 1579.

Las etiquetas de la marca incluían una ilustración del Golden Hind, el galeón de Drake, aportando un carácter histórico y distintivo.

A pesar del interés creciente y el eco mediático, incluidos reportajes en The New York Times y The Washington Post, McAuliffe no logró conseguir financiamiento para ampliar la cervecería. En 1982, tras solo seis años de actividad, New Albion cerró sus puertas.

No obstante, su impacto fue trascendental. Figuras como Ken Grossman (Sierra Nevada), Jim Koch (Samuel Adams) y Sam Calagione (Dogfish Head) han citado a New Albion como su fuente de inspiración directa.

Calagione lo resumió con una metáfora musical:

Así como los Ramones lanzaron mil bandas punk, Jack McAuliffe lanzó 10 mil cervecerías artesanales.

Legado y reconocimiento

Tras el cierre de New Albion, McAuliffe trabajó brevemente en Mendocino Brewing Company antes de alejarse de la industria activa. Sin embargo, siguió colaborando en causas clave como la legalización de brewpubs junto a Fritz Maytag (Anchor Brewing).

En 2012, Jim Koch revivió New Albion Ale como edición limitada y le devolvió los derechos de marca a McAuliffe, junto con las ganancias. Ese mismo año, McAuliffe recorrió el país reencontrándose con una comunidad cervecera que finalmente reconocía su legado.

Jack McAuliffe y Jim Koch

En 2019, el Museo Nacional de Historia Americana del Smithsonian incorporó objetos de New Albion en su exhibición permanente sobre la cerveza artesanal, incluyendo una botella original de su ale y una fotografía de McAuliffe.

Para la historia oral del museo, al ser consultado sobre cómo veía su legado, McAuliffe respondió con humor y humildad:

La cosa más loca que he visto en mi vida. Cuesta creer que esto haya pasado.

Contexto y relevancia actual

Antes de McAuliffe, el panorama cervecero estadounidense era desértico en términos de diversidad. De hecho, en 1978, solo había 89 cervecerías registradas en EE. UU., y la mayoría producían versiones similares de lager.

La reapertura del mercado para los cerveceros caseros, tras la legalización del homebrewing en 1978 bajo Jimmy Carter, marcó un punto de inflexión, pero New Albion ya había sembrado la semilla.

Hoy, con más de 9.900 cervecerías activas en EE. UU. (según la Brewers Association, 2025), la mayoría de ellas micro o nanocervecerías; la visión de McAuliffe ha sido ampliamente superada en escala, pero nunca en originalidad.

Aun cuando muchas nuevas generaciones no conocen su nombre, la diversidad de estilos como Saison, Gueuze, Kölsch, Barleywine y otras variantes difíciles de imaginar en los años 70, son una consecuencia directa de aquel experimento valiente y artesanal en Sonoma.

Jack McAuliffe no fue solo un cervecero, sino un revolucionario cultural que desafió la homogeneidad cervecera y con recursos limitados pero una pasión inmensa, sentó las bases de un movimiento que hoy trasciende fronteras.

Su vida y obra son una invitación a valorar la independencia creativa, la calidad por sobre la cantidad y el coraje de hacer cerveza cuando nadie más se atrevía.

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Autor Carlos Uhart M.

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en cerveza y gastronomía. Autor de "Guía Práctica para Catar Cerveza" y "Cocina y Coctelería con Cerveza".

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