Para muchos consumidores, la diferencia entre Ale y Lager se remite a la apariencia, aromas y sabores, donde las primeras tienden a ser más oscuras y frutales, mientras las segundas suelen ser más claras y con sabores más limpios.
La producción de cerveza lager cambió radicalmente a partir de 1842 cuando una cervecería ubicada en el pueblo de Plzeň (Republica Checa) elaboró la primera lager ligera y dorada, también conocida como Pilsner.
Las bebidas fermentadas como la chicha han sido preparadas y consumidas por casi todos los pueblos antiguos en su área geográfica específica, identificaba uno o varios alimentos de base y aplicaba procedimientos de fermentación.
La levadura o agente leudante es la clave para transformar estos simples ingredientes en un pan de buen volumen, siendo las levaduras fresca o seca las más comúnmente disponibles para elaborar pan.
Para aquellos que no conocen a Lars Marius Garshol, pero han escuchado de las levaduras kveik, este es el hombre que lo hizo posible, la descubrió al mundo y lo cuenta en «Historical Brewing Techniques: The Lost Art of Farmhouse Brewing»
La elaboración de cerveza lager alcanza el 90% de la producción mundial y en su base está implicado un híbrido que combina lo mejor de dos levaduras y que es capaz de fermentar a bajas temperaturas. Pero, ¿se puede mejorar la eficiencia de su elaboración?