En 2018, Tilray se convirtió en la primera empresa de cannabis en cotizar en el Nasdaq, un hito que la catapultó a una valoración de 17 mil millones de dólares.

Tilray apuesta por la cerveza artesanal
Tilray apuesta por la cerveza artesanal

Su acción llegó a superar los 200 dólares, atrayendo la atención de inversores muy entusiasmados ante el potencial del mercado de la marihuana legal.

Sin embargo, tras años de estancamiento regulatorio en Estados Unidos, una feroz competencia en Canadá y un mercado saturado, las acciones de Tilray han caído a niveles críticos, llegando a cotizar recientemente por debajo de los 50 centavos, colocando a la compañía en riesgo de ser expulsada del índice tecnológico estadounidense.

Desaparición bursátil

Desde su fusión con Aphria en 2021, Tilray ha estado bajo el mando de Irwin Simon, un veterano empresario con experiencia en el sector de alimentos orgánicos.

Consciente de la crítica situación financiera de la empresa, Simon ha estado apostando por una agresiva estrategia de diversificación para mantenerla a flote.

Su plan inmediato incluye la aprobación de una división inversa de acciones para elevar artificialmente el precio de cotización y evitar la exclusión del Nasdaq.

Pero el verdadero cambio de rumbo viene por otro lado. Un giro hacia el mercado de la cerveza.

De los cogollos a la espuma

La transformación de Tilray en una empresa diversificada ha sido radical, ya que actualmente cerca del 60% de sus ingresos provienen de la venta de cannabis y cerveza.

En los últimos años, la empresa ha adquirido más de una docena de cervecerías artesanales, incluyendo algunas exfiliales de gigantes como Anheuser-Busch y Molson Coors.

Tilray se ha posicionado de esta forma como la cuarta cervecera artesanal más grande de Estados Unidos, agrupando bajo su control a nombres como Montauk Brewing (Nueva York), SweetWater (Georgia) y Breckenridge Brewery (Colorado).

Este movimiento responde, en parte, a cómo la legalización del cannabis ha afectado negativamente al mercado del consumo de alcohol. Pero, lejos de evitar la competencia, Tilray ha optado por integrarse en ambos frentes.

Para Simon, si la marihuana le quita una cuota de mercado al alcohol, lo lógico es participar también en un negocio que “canibaliza”.

Bebidas con THC y farmacéuticas

El rediseño del portafolio de Tilray incluye también bebidas con THC derivado del cáñamo, aprovechando los resquicios legales que ofrece la Ley Agrícola de 2018 en Estados Unidos.

Con marcas como Happy Flower y Fizzy Jane’s, la compañía ya opera en 13 estados, incluyendo Florida, Texas y Minnesota.

Además, mantiene una presencia significativa en el mercado farmacéutico europeo, desde donde distribuye cannabis medicinal y otros productos orientados a la salud, una división que representa un tercio de sus ingresos.

Una diversificación forzada

El giro estratégico de Tilray no ha sido voluntario, sino necesario estratégicamente. El mercado canadiense del cannabis, limitado a unos 4 mil millones de dólares anuales, está saturado y sobrecargado de impuestos.

La empresa sigue siendo el mayor productor del país con cerca del 10% de participación, pero lucha con márgenes cada vez más estrechos y precios en caída libre, con la esperada apertura del mercado estadounidense estancada por la falta de reformas a nivel federal.

A pesar de contar con unos 230 millones de dólares de capital efectivo y haber reducido sus pérdidas respecto a 2023, Tilray aún enfrenta un panorama complejo, ya que el año pasado registró pérdidas de 222 millones de dólares, principalmente por ajustes contables.

Desconfianza del mercado

Tilray también sufre por la falta de confianza del mercado. Con un 75% de sus acciones en manos de inversores minoristas y sin el respaldo de grandes fondos institucionales, su cotización está sujeta al vaivén del sentimiento del público.

La falta de avances legislativos en Estados Unidos y el desencanto general con el sector han contribuido a este ambiente desfavorable.

No obstante, algunos analistas consideran que Tilray está mejor posicionada que sus competidores para resistir este difícil entorno.

Su diversificación, aunque aún no rentable, podría darle una ventaja si el mercado de cannabis logra estabilizarse o si las bebidas con THC despegan comercialmente.

Tilray busca redefinir su identidad

Lejos de su imagen inicial como símbolo del boom del cannabis, Tilray ahora aspira a presentarse como una empresa de productos de consumo diversificados, con una misión centrada en el bienestar y el entretenimiento responsable.

En palabras de su director, el objetivo es unir a las personas “para pasar un buen rato”, ya sea a través de una cerveza, una bebida con THC o un tratamiento médico.

La transformación de Tilray aún no garantiza su supervivencia, pero marca un precedente de cómo una empresa del sector cannábico busca adaptarse en medio de un entorno incierto.

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Autor Carlos Uhart M.

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en cerveza y gastronomía. Autor de "Guía Práctica para Catar Cerveza" y "Cocina y Coctelería con Cerveza".

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