Rogue Ales, una de las cervecerías artesanales más reconocidas de Oregón y referente de la escena craft estadounidense, ha cesado de manera repentina sus operaciones, incluyendo su histórica planta y pub en Newport.

Rogue Ales
Rogue Ales

El cierre deja decenas de trabajadores afectados, deudas significativas con el Puerto de Newport y abre un nuevo capítulo en la crisis que golpea al sector cervecero independiente en Estados Unidos.

Fundada a finales de los años 80, Rogue Ales se consolidó como una marca emblemática dentro del movimiento de cerveza artesanal en Estados Unidos, conocida por sus cervezas experimentales y su fuerte identidad de marca.

Su local insignia en Newport se había convertido en un polo turístico, combinando fábrica, restaurante y taproom frente a la costa de Oregón.

Con el tiempo, la compañía amplió su portafolio hacia destilados y otras bebidas, intentando diversificar sus fuentes de ingreso ante un mercado cada vez más competitivo.

Según la información difundida por medios locales de Oregón, Rogue Ales habría cerrado de forma inmediata sus instalaciones productivas y restaurantes en Newport, dejando de operar tanto la planta cervecera como los espacios de atención al público.

Los reportes señalan que se trata de un cierre total de operaciones y no de una simple reestructuración puntual de uno de sus locales.

Además, se ha indicado que el cierre afecta tanto a la producción de cerveza como a las actividades gastronómicas vinculadas a la marca en la zona.

Deudas y presión financiera

Entre los factores que explican esta decisión se encuentran problemas financieros significativos, incluyendo una deuda en concepto de arriendos con el Puerto de Newport estimada en cientos de miles de dólares.

Reportes de la autoridad portuaria han informado de impagos cercanos a 545.000 dólares en alquileres atrasados, junto con montos pendientes en impuestos a nivel local.

Estas cifras evidencian una presión financiera insostenible para la compañía, en un entorno en el que los márgenes de la cerveza artesanal se han estrechado de forma considerable.

El cierre de Rogue Ales se inscribe en una tendencia nacional de caída en las ventas de cerveza artesanal y aumento de los costes operativos, especialmente tras la pandemia y en un contexto inflacionario.

Informes del sector muestran que muchas cervecerías medianas y pequeñas han visto descender su volumen de ventas, al tiempo que compiten con grandes grupos cerveceros y nuevas categorías de bebida como hard seltzers y RTD.

En estados como Oregón, que fue pionero del movimiento craft, se ha registrado en los últimos años un incremento en cierres, fusiones y ventas de activos dentro del sector.

En los últimos tiempos, Rogue Ales había intentado expandirse a nuevas categorías, incluyendo productos con THC, buscando captar segmentos emergentes y complementar la caída en la venta de cerveza tradicional.

Sin embargo, cambios regulatorios que introducen límites más estrictos al contenido de THC en ciertos estados habrían reducido el potencial de crecimiento de esta línea de negocio.

Esta combinación de apuesta por nuevas categorías, entorno regulatorio complejo y presión financiera habría contribuido al desenlace actual.

Impacto laboral en Newport

El cierre implica la pérdida inmediata de decenas de puestos de trabajo directos vinculados a la fábrica y a los restaurantes de Rogue Ales en Newport.

Para la comunidad local, la empresa no solo era un empleador relevante, sino también un atractivo turístico y un símbolo de la identidad cervecera de la ciudad.

Autoridades portuarias y locales han manifestado preocupación por el impacto económico y por el futuro de las instalaciones actualmente arrendadas por la compañía.

El caso de Rogue Ales se suma a una lista creciente de cierres de cervecerías reconocidas, lo que muchos analistas interpretan como una etapa de consolidación y ajuste dentro del mercado craft.

La saturación de la oferta, el aumento de costes de materias primas y energía, sumada a la competencia de grandes grupos cerveceros que lanzan sus propias marcas “artesanales”, han hecho más difícil la supervivencia de proyectos independientes de tamaño medio.

Para la comunidad cervecera, el cierre de una marca icónica como Rogue Ales funciona como una señal de alerta sobre la necesidad de modelos de negocio más resilientes y diversificados.

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Autor Carlos Uhart M.

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en cerveza y gastronomía. Autor de "Guía Práctica para Catar Cerveza" y "Cocina y Coctelería con Cerveza".

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