El cambio climático no solo está transformando ecosistemas y alterando patrones climáticos, sino que también está poniendo en riesgo uno de los productos más emblemáticos de la cultura humana: la cerveza.
El mundo del hidromiel combina historia, arte y ciencia en una bebida milenaria, elaborada a base de miel fermentada, ofreciendo una rica diversidad de estilos y perfiles sensoriales que cautivan a los aficionados y expertos.
La incorporación de hongos en la elaboración de cerveza está creando una nueva ola de variedades que combinan lo tradicional con lo innovador, impulsadas por la riqueza organoléptica y los beneficios para la salud que estos pueden aportar.
Cultivar lúpulo en macetas puede ser un desafío, pero –si comprendes algunos elementos claves de la jardinería en macetas– puedes cultivar, saludablemente, plantas que rendirán una abundante cosecha de conos.
A pesar que la cebada, el lúpulo y la levadura generalmente obtienen toda la atención, el agua para la elaboración de cerveza es el principal ingrediente y los iones presentes en el suministro afectaran directamente el sabor de una cerveza, para bien y para mal.
La turbidez por frío (chill haze en inglés), es un fenómeno ampliamente estudiado en la ciencia cervecera y se presenta como uno de los principales retos en la producción de cervezas claras.
Tomar cerveza es una actividad social muy común, especialmente cuando se disfruta con amigos, sin embargo, después de consumir un par de ellas, es habitual notar que las visitas al baño se incrementan significativamente.
Los sistemas de medición de color en la cerveza nacieron a fines del siglo XIX cuando Joseph Williams -hijo de John Locke Lovibond- decidió desarrollar una manera de asegurar una estandarización de calidad para sus cervezas.
La tecnología blockchain está revolucionando la industria cervecera al ofrecer soluciones innovadoras que mejoran la eficiencia, la transparencia y la sostenibilidad en toda la cadena de suministro.
El amargor es un gusto adquirido, claramente evidente cuando vemos a alguien transitando los caminos de la cerveza, pero existe una buena razón evolutiva, ya que lo amargo es una señal a considerar en compuestos potencialmente venenosos.
Los cerveceros caseros siempre comienzan utilizando malta como fuente de azúcares fermentables, pero no tienen porque detenerse allí, existe un mundo de nuevas posibilidades por explorar.
Con todo el ruido que generan estos días las cervezas hiper-lulupadas, es muy fácil olvidar a los humildes granos de malta, a pesar que han sido el fundamento de la cerveza desde hace más de 10.000 años.