Primero fueron los Growler, esos botellones de vidrio marrón o acero inoxidable que permiten disfrutar de una cerveza como recién servida más allá del bar o la cervecería para seguir disfrutándola en casa.

Con la pasión por la cerveza intacta y con un número cada vez mayor de cervecerías por metro cuadrado, una nueva opción para extender el disfrute se encuentra desde hace poco disponible: los Crowlers, latas de cerveza que se sellan al momento del servicio, directamente en el local y a pedido del consumidor.
Servicio de enlatado en crowler
Martín Gianella, propietario de la cervecería El Galpón de Tacuara en Argentina, explica:
Es un sistema de enlatado pero en vivo. La persona viene al local, se sirve del barril como cuando uno se sirve cerveza tirada e inmediatamente a través de una enlatadora se sella herméticamente. El resultado es una lata de 473 cc con la cerveza artesanal que más le gustó y que puede llevar a su casa.
La cervecería Oskar Blues Brewery, pionera en el formato lata para las cervezas artesanales en 2002, estuvo detrás de su desarrollo en 2014, tras aliarse con la multinacional Ball para crear una máquina capaz de sellar latas una a una, luego de un pequeño barrido de CO2 que asegura la esterilización del proceso.

No sólo eso, en marzo de este año Oscar Blues y Ball Corporation sorprendieron nuevamente, llevando su innovación al siguiente nivel, al anunciar el lanzamiento de los nuevos crowlers resellables, una de las pocas desventajas que aun presentaba el crowler versus su contraparte de vidrio, una discusión ya zanjada por la del uso de lata o botella para la cerveza artesanal.
Crowler vs Growler
La diferencia sustancial está en que el growler inevitablemente perderá gasificación, lo que hace uno no pueda conservar la cerveza en perfecto estado en la heladera más allá de un par de días.
Martín Gianella afirma:
El crowler, por su parte, es hermético y además protege a la cerveza de la luz, que la oxida, lo que permite mantener inalterable sus propiedades gustativas y aromáticas durante casi un mes.

Otra diferencia, no menor, es el tamaño. Contra los generalmente dos litros de cerveza que permite el formato growler, su hermano en lata sólo alberga hasta ahora 473 cc, lo que lo hace ideal para un consumo más medido, e incluso facilita el llevar a casa crowlers con distintas variedades de cerveza.
Diego Ibargaray, uno de los propietarios de la cervecería Desarmadero comenta:
En vez de llevarte un growler a tu casa con una sola variedad de cerveza, te llevás 4 latas de crowler con distintas variedades. Esta idea vemos que funciona muy bien, por ejemplo, cuando tenemos alguna cerveza rara en el local, que el cliente habitual sabe que no volverá a estar disponible por un tiempo, entonces tiene la opción, si le gustó, de enlatarla para llevársela a su casa.
Para continuar explica:
Además, antes de llenar la lata de crowler se hace un «barrido» con CO2 en su interior para desplazar al oxígeno y eso, sumado al sellado hermético evita que la presencia de oxígeno oxide la cerveza.