Actualmente se producen en el mundo aproximadamente 100 mil toneladas anuales de lúpulo para la producción de cerveza, de los cuales más de 30 mil toneladas se producen en la región de Hallertau, comprendida entre las ciudades de Múnich y Núremberg.

Es en esta región, debido a su latitud, condiciones de temperatura, humedad y la profundidad de sus suelos, donde se albergan más de 19.000 hectáreas dedicadas al cultivo de esta famosa planta trepadora familia de las Cannabináceas.
Las condiciones climáticas de Hallertau no solo favorecen el crecimiento del lúpulo, sino que contribuyen a la calidad de sus compuestos aromáticos y amargos, esenciales para la cerveza.
Factores como la amplitud térmica durante el día y la noche, junto con un régimen de lluvias moderado, hacen que las variedades cultivadas aquí sean especialmente valoradas por su carácter distintivo.
«La planta del lúpulo quiere ver todos los días a su dueño», dice el dicho popular alemán y es que caben destacar las 200 horas de trabajo por hectárea de terreno que necesitan estas trepadoras, 40 veces más que cualquier cultivo de cereal.
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La dura tarea de cultivar lúpulo
Esto se debe a las estructuras que hay que levantar cada año para que las plantas puedan trepar, así como la ardua tarea de guiarlas una a una durante su crecimiento para que puedan ellas solas seguir trepando sobre los alambres que las albergan y es que esta planta crece hasta 30 cm diarios.
La labor no termina con el guiado de las plantas. Durante la temporada de crecimiento, los agricultores deben realizar controles constantes para prevenir plagas y enfermedades que puedan comprometer la calidad del cultivo.
Esta vigilancia incluye prácticas como la poda estratégica y la fertilización precisa, que aseguran un desarrollo equilibrado de las plantas.
Por ello, este cultivo necesita una inversión mucho mayor tanto en recursos humanos como en maquinaria específica para su recolección y preparación previa a la cosecha.
Esta planta se compone de dos partes fundamentales, el rizoma o raíz, y la parte aérea. El rizoma crece de manera subterránea durante los meses de invierno y es en primavera cuando comienza a brotar su tallo, que estará colmado de hojas y flores a final del verano, momento idóneo para su recolección.
Las flores de lúpulo contienen compuestos clave como los alfa-ácidos, responsables del amargor y los aceites esenciales, que aportan aromas complejos.
Estos atributos hacen que el manejo adecuado de las flores durante y después de la cosecha sea crítico para preservar su calidad.
Es por ello, que los pueblos de la región de Hallertau, celebran numerosas fiestas locales con motivo de su recolección, anunciando el final de la campaña que llenará de lúpulo las cervezas que consumirán durante el próximo año.
Estructura y vida útil del lúpulo
Es interesante destacar también que esta planta tiene aproximadamente entre 12 y 15 años de vida y no comienza a dar producciones aptas para su comercialización (tanto por tamaño como por calidad), hasta los 3 años desde su plantación.
El rendimiento de cada planta puede variar según las condiciones climáticas del año, pero los agricultores de Hallertau cuentan con generaciones de experiencia que les permiten adaptar sus métodos a los desafíos de cada temporada.
Esto ha consolidado a la región como líder mundial en la producción de lúpulos de excelencia.
Todos estos detalles, hacen que el precio del lúpulo sea muy superior a otros cultivos, aunque la creciente demanda de los últimos años han sido aprovechados por los grandes productores para aumentar considerablemente los precios, llegando a incrementarse más del 50% en algunas variedades.
Característica | Descripción |
Clasificación | Lúpulo noble alemán |
Alfa-ácidos | 4-6% |
Beta-ácidos | 3-5% |
Aceites esenciales | 0.4-1.0 ml/100 g |
Perfil aromático | Herbal, especiado y floral |
Amargor | Bajo a moderado |
Estilos de cerveza | Pilsner, Helles |
El corazón del lúpulo cervecero alemán
En la actualidad encontramos numerosos tipos de lúpulos producidos en Alemania, gracias a la experiencia y estudio de su cultivo durante muchos años.
Estos han propiciado cruces entre distintas especies, buscando las propiedades aromáticas y el amargor demandado para los diferentes estilos que tenemos en la actualidad.
Estos cruces también se realizan para evitar enfermedades en los cultivos, como es el caso del famoso lúpulo noble alemán Hallertauer, que fue sustituido en gran parte por el lúpulo Hersbrucker a finales de los años 70′, debido a sus propiedades similares y a su menor susceptibilidad a contagiarse de plagas y enfermedades.
Sin embargo, si volvemos la vista atrás, en esta región no se cultivaba la gran variedad de lúpulos con la que contamos hoy en día procedentes de Alemania.
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