El Gruit, también llamado Grut, es una antigua combinación de hierbas y especias que se utilizaban para dar amargor y sabor a la cerveza antes de generalizarse y extenderse el uso del lúpulo a partir del siglo XI.
Escritora, científica, compositora y médica, entre otras cosas, Hildegard de Bingen fue una brillante mujer a la que debemos el haber documentado por primera las cualidades del lúpulo como ingrediente de la cerveza.
Hoy en día el lúpulo es un ingrediente primario en la elaboración de cerveza, pero no siempre fue así. A lo largo de la historia los conos de lúpulo fueron sólo uno de los muchos diferentes tipos de hierba.
La cerveza no siempre supo igual, sabemos que su producción y consumo fue una necesidad básica en muchas civilizaciones como una manera segura de calmar la sed sin contraer una enfermedad contagiosa gracias a su cocción y graduación alcohólica.
Desde hace unos cinco siglos, la misión principal de los lúpulos en la elaboración de cerveza es aportar el punto de amargor necesario para equilibrar el sabor del resto de ingredientes en cada tipo concreto de cerveza.