La cerveza es una de las bebidas más antiguas de la historia y sus orígenes se remontan a la lejana región de Nubia. Sin duda, ha recorrido un largo camino desde sus orígenes y, hoy en día, incluso es posible personalizar una cerveza usando el ADN de una persona para crear la bebida ideal para ella.

Por supuesto, hay quienes siguen afirmando que el único secreto de su perfección es el agua utilizada en su elaboración para darle calidad e identidad. Cualquiera sea la receta para llegar a esa cerveza perfecta, lo cierto es que esta bebida está buscando imponerse en todos los rincones del planeta. ¿Cómo llegó a España?.
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Los orígenes de la cerveza en el territorio español
Fue precisamente en Barcelona donde se encontraron los primeros rastros de cerveza del continente Europeo. Esta cerveza no se parecía mucho a lo que conocemos hoy y su desarrollo se vio interrumpido por la invasión el Imperio Romano en el territorio.
Con la caída del imperio y la llegada de los bárbaros a España, la cerveza volvió a tener cierta popularidad aunque ya estaba eclipsada por el vino. Algunas abadías continuaron con la producción de cerveza durante la Edad Media, pero España quedó atrás en su desarrollo si se la compara con otros países europeos.
La afición de Carlos V
Carlos V era un verdadero aficionado de la cerveza y fue quien cambió la percepción de la misma. Al ser una bebida relacionada con los bárbaros, se la consideraba símbolo de las culturas incivilizadas.

Los orígenes austríacos de Carlos V hicieron que la cerveza se convirtiera en la bebida favorita de los nobles. Asimismo, trajo consigo a expertos cerveceros y culminado el siglo XVI ya había fábricas de cerveza instaladas en Madrid.
La fascinación por la cerveza
A partir del reinado de Carlos V, la cerveza se instaló en España pero no fue hasta el siglo XIX que su producción se hizo masiva; no es de extrañar ya que esta fecha corresponde al período de industrialización que surgió en Europa. Aparecieron las primeras marcas industriales y, muchas de ellas, son las que al día de hoy inundan el mercado español.
Asimismo, España ha sido parte del movimiento de cerveza artesanal de los últimos años y en tan solo diez, la cantidad de microcervecerías ha aumentado de tan solo 20 a más de 500.
Esto significa que, solo en el territorio, se producen aproximadamente 50 millones de litros de cerveza por año. Nada mal para un país que, de a poco, comienza a instaurar una cultura cervecera que favorece el consumo de esta bebida artesanal.
España ha tenido un desarrollo cervecero lento y esto se debe a que esta bebida fue asociada con las culturas incivilizadas. Carlos V, con su pasado austríaco, logró devolverle el estatus a la cerveza que, a partir de su reinado, fue considerada símbolo de la nobleza.
Luego del período de industrialización, se instalaron fábricas y en los últimos años aparecieron muchas cervecerías artesanales, creando así una verdadera cultura cervecera.