El pan y la cerveza surgieron prácticamente en un mismo momento de la historia, ya que ambos se elaboran a partir de cereales, agua y levadura que produce una fermentación de azúcares.

La receta a continuación está diseñada para utilizar prácticamente cualquier estilo de cerveza y de esta forma experimentar diversos aromas, sabores e incluso colores, hasta lograr la versión de pan de cerveza que mas se acomoda a tus gustos, además apto para toda la familia ya que alcohol se evapora durante la cocción.
Contenido
Información Nutricional
Categoría: Panes
Cocina: Europea
Calorías: 350
Preparación: 4 horas 30 minutos
Cocción: 50 minutos
Raciones: 4 personas
Receta de pan de cerveza artesanal
Ingredientes
1. Masa madre
- 100 g de harina integral
- 100 ml de agua
- 1 sobre de levadura seca
2. Masa de pan cerveza
- 200 g de masa madre
- 500 g de harina de fuerza
- 300 ml de cerveza a gusto (Trigo, Porter, Stout)
- 10 g de sal
Preparación
1. Masa madre
- En un tazón grande añadir el agua, el harina integral y la levadura seca, revolver todo hasta disolver y reposar a temperatura ambiente por unas 2 horas.
- Verificar la consistencia de la masa y reservar en frío.
2. Masa de pan de cerveza
- En el bol grande cernir la harina y abrir una corona en el centro, añadir la sal, la cerveza elegida, la masa madre elaborada previamente y mezclar todo con las manos o una cuchara de madera hasta obtener una masa relativamente compacta, un poco pegajosa.
- Amasar la mezcla en una superficie limpia y enharinada en dos períodos de 5 minutos con un descanso de diez minutos entre cada uno, reservar la masa en un bol aceitado y leudar durante 2 horas o hasta que duplique su tamaño, aplicando un pliegue cada 30 minutos para ayudar a crear la red de gluten.
- Dar a la masa la forma deseada, redonda o como un pan alargado, opcionalmente aplicar algunos cortes decorativos y reservar sobre una bandeja de horno, cubrir con un paño limpio y leudar por 3 horas más.
- Llevar el pan al un horno pre-calentado a 220°C (428°F) y cocinar por 50 minutos hasta que el pan esté dorado, disponiendo una fuente de agua en la base del horno para crear un ambiente húmedo.
- Enfriar el pan por completo sobre una rejilla a temperatura ambiente, esperar a que esté bien frío antes de cortar, lo que dará como resultado una corteza crujiente, una textura llena de alvéolos y con una miga muy esponjosa.