La cerveza es una de las bebidas más antiguas y a su vez la más popular y consumida en todo el mundo, debido a esto su fabricación se hace a nivel industrial en la mayoría de los casos; sin embargo, en los últimos años, la cerveza artesanal ha ganado mucho auge y valor entre los consumidores.

Desde hace algunos años la elaboración de cerveza artesanal se ha puesto en tendencia, debido a que ofrece nuevos sabores y una apariencia más atractiva.
Entonces, ¿Qué pensarías si te decimos que tú también puedes fabricar en casa tu propia cerveza? consigue más información sobre ello en este post, donde te hablaremos sobre todo el proceso y los pasos para realizarla.
En tal sentido, aprenderás cómo hacer cerveza artesana con té verde, una combinación con resultados únicos y muy agradables, sin productos químicos y con ingredientes 100% naturales; además de ello, toda la elaboración estará en tus manos y bajo tu supervisión, con lo cual te darás cuenta que esa bebida que tanto te gusta, realmente no es tan difícil de preparar.
¿Cerveza y té juntos?
En el mundo de la cervecería artesanal, toda combinación de sabores es posible. Por tal razón, no es de extrañar que al combinar cerveza con té, dos de los productos más consumidos en todo el mundo, el resultado sea una bebida inigualable.
De este modo, no te pierdas todos los sabores que se han logrado a partir de esa mágica mezcla, pues varias cervecerías artesanales, tanto en Europa como en América, se han dado a la labor de experimentar un poco, creando y produciendo nuevas versiones más saludables e innovadoras de esta popular bebida.
Como ejemplo de ello podemos nombrarte a algunas de las más destacadas dentro del mercado, tales como:
- Beaver Chamomile Wheat con 4.2% ABV.
- Bee Tea Wheat Ale, 8% ABV, fabricada por la Cervecería Night Shift en Massachusetts.
- Gilgamesh Mamba (7% ABV) de Oregon, elaborada con té gris, mejor conocido como Earl´s y algunos toques de cáscara de mandarina.
- Coors Light Iced T con 4% ABV, producida por la famosa compañía Molson Coors en Canadá, quienes se atrevieron a jugar con los sabores del té negro y un poco de limón.
¿Cómo se hace la cerveza con té?
Ahora sí, entremos en materia y prepárate para descubrir lo fácil que es hacer cerveza. Para ello, lo primero que harás es esterilizar todos los utensilios con polvo esterilizador, pues cualquier residuo ajeno a la preparación, puede alterar por completo el resultado final.
Una vez tengas eso listo, comienza a rehidratar la levadura, lo cual lograrás colocándola en un poco de agua templada y dejándola reposar una media hora tapada con film.
Seguidamente, en una olla de acero inoxidable agrega unos 5 litros de agua y apenas hierva la retiras del fuego para agregar la malta, la cual vas a remover hasta que se disuelva para regresar al fuego aproximadamente 10 minutos sin dejar de mover para que no se pegue al fondo.
Pasado este tiempo llega el momento de agregarle sabor y en una bolsa unidosis para infusiones añades el té verde con una parte del lúpulo. Esto lo vas a dejar solo 6 u 8 minutos máximo, porque sino adquiere un sabor muy amargo.
Viene la parte más delicada, el enfriado. Lo puedes hacer utilizando un serpentín con hielo alrededor o colocando la olla en el fregadero, llenándolo con agua que irás cambiando cuando se caliente, mientras remueves evitando que no entre agua en la preparación.
Cuando esté frio, debes trasvasar el mosto al cubo de fermentación, vertiéndolo desde una altura considerable para ir oxigenando.
Al estar la mezcla en menos de 25°C, agrega la levadura y remueves bien para esta se una a todo el mosto. Cierra el recipiente y deja que fermente unos 8 días en un sitio oscuro, tranquilo y con temperaturas de 22°C.
Una vez lista, procede a embotellar, no sin antes agregar una disolución de azúcar para crear el gas.
Finalmente, deja reposar verticalmente por dos semanas a 23°C y luego a una temperatura de 15°C para reforzar los sabores, los cuales sentirás cuando te lleves este magnífico elixir a tu boca. ¡Salud!