En el mundo de la cerveza, pocos estilos tienen el reconocimiento y la influencia global de las cervezas tipo Pilsner.

Estas lagers claras, refrescantes y amargamente equilibradas, han sido el estándar dorado para los amantes de la cerveza en todo el mundo.
Dentro de esta familia, los estilos la Pilsner Checha y la Pilsner Alemana son las referencias emblemáticas que destacan por sus matices culturales, históricos y técnicos, ofreciendo experiencias sensoriales distintas que reflejan las tradiciones cerveceras de ambos países.
Contenido
Desde Bohemia a Alemania
La Pilsner Checa se originó en 1842 en la ciudad de Plzeň (Pilsen), en lo que hoy es la República Checa.
Su creación, liderada por el maestro cervecero Josef Groll, revolucionó la industria al introducir una lager dorada con un perfil maltoso rico y un carácter lupulado floral y especiado.
Esta cerveza marcó el nacimiento del estilo Pilsner y sentó las bases para futuras interpretaciones.
Por su parte, la Pilsner Alemana surgió en los años 1870 como una adaptación al estilo checo, ajustándose a las condiciones locales de Alemania.
Con aguas más ricas en minerales y el uso de lúpulos alemanes, evolucionó hacia una cerveza más seca, chispeante y amarga, consolidándose como un referente en la tradición cervecera alemana.
Por otro lado, la pilsner alemana nació adaptándose al éxito de la pilsner checa, pero con un enfoque alemán.
Surgida en los años 1870, se benefició de las aguas con mayor contenido mineral y de los lúpulos y maltas disponibles en Alemania.
Este estilo evolucionó hacia una lager más seca, chispeante y amarga, adecuada para el paladar alemán, con un acabado limpio que enfatiza su frescura.
Perfiles sensoriales
Aunque ambas son pilsner tradicionales, presentan diferencias marcadas en su perfil sensorial:
1. Apariencia
Las pilsner alemanas suelen ser más claras, en un rango de color entre amarillo pálido y dorado claro, con una espuma blanca persistente.
Las pilsner checas tienden a ser ligeramente más oscuras, llegando a tonos dorados profundos, con una espuma cremosa y duradera.
2. Aroma
La pilsner alemana exhibe aromas moderados a intensos de lúpulos florales, especiados o herbales, equilibrados con un toque ligero de maltas dulces o de galleta.
En contraste, la pilsner checa presenta una mayor riqueza maltosa, con notas a pan y a veces un leve caramelo, complementadas por un bouquet de lúpulo especiado y floral.
3. Sabor
La pilsner alemana se caracteriza por un inicio maltoso que rápidamente da paso a un intenso amargor y un final seco, chispeante y refrescante.
En cambio, la pilsner checa ofrece una experiencia más equilibrada entre malta y lúpulo, con un amargor prominente pero redondeado y un final más pleno.
4. Sensación en boca
Mientras que la pilsner alemana tiene un cuerpo más ligero y una carbonatación moderada a alta, la pilsner checa es un poco más robusta, con un cuerpo medio y una carbonatación más suave.
Diferencias técnicas e ingredientes
La pilsner alemana utiliza maltas Pilsner continentales, lúpulos tradicionales alemanes como Hallertau o Tettnang y agua con mayor contenido mineral, lo que realza su sequedad y amargor.
Por su parte, las pilsner checas emplean maltas y lúpulos checos, como el lúpulo Saaz, junto con aguas bajas en minerales, que contribuyen a su carácter más redondeado y suave.
¿Cuál de las dos elegir?
La elección entre una pilsner alemana y una pilsner checa depende del momento y del gusto personal.
Si prefieres una cerveza seca, chispeante y con un amargor más marcado, la pilsner alemana es ideal.
Por otro lado, si buscas una experiencia más compleja, con riqueza maltosa y equilibrio entre lúpulo y malta, la pilsner checa es tu opción.
Ambos estilos representan lo mejor de la tradición cervecera europea, y cada sorbo es una muestra de siglos de maestría.
Ya sea que te inclines por la precisión alemana o por la tradición checa, estas pilsners ofrecen una experiencia inolvidable para los amantes de la cerveza.
Característica | Pilsner Checa | Pilsner Alemana |
Alcohol (ABV) | 4.2 – 5.8% | 4.4 – 5.2% |
Densidad Inicial (OG) | 1.044 – 1.060 | 1.044 – 1.050 |
Densidad Final (FG) | 1.013 – 1.017 | 1.008 – 1.013 |
Amargor (IBUs) | 30 – 45 | 22 – 40 |
Color (SRM) | 3.5 – 6 | 2 – 4 |
Ejemplos comerciales
Entre las referencias clásicas de la Pilsner Checa se encuentran cervezas icónicas como Pilsner Urquell, Budvar 33 světlý ležák y Primátor Premium Lager, todas caracterizadas por su balance entre malta y lúpulo.
En el caso de la Pilsner Alemana, destacan Jever Pilsener, Paulaner Pils y Rothaus Pils, reconocidas por su amargor pronunciado y acabado seco.
Estas cervezas representan la excelencia en sus respectivos estilos y son una invitación a explorar las diferencias entre ambas tradiciones cerveceras.
Recomendamos
- Cerveza vs. vino: ¿Qué tipo de consumidores tiene la peor dieta?
- Goose Island IPA: Notas de cata y maridajes recomendados