Por Adan Teeter

Es cierto que para muchos de nosotros es bastante difícil no haber desarrollado un verdadero aprecio por la cerveza artesanal y sus infinitas posibilidades, en un mercado lleno de productos de calidad, cada vez más asequibles, sumados a otros tantos cuya limitada disponibilidad los convierte en verdaderos tesoros.

Beer snobs
Beer snobs

Pero en un mercado lleno de posibilidades de todo tipo, también puede ser muy fácil llegar a convertirse en un snob de la cerveza, alguien con quien los demás podrían llegar a evitar compartir en el futuro.

Es por eso que a continuación te compartimos algunos pequeños consejos que te ayudarán a evitar estas situaciones y a recordarte por qué es que disfrutas de una cerveza en primer lugar.

1. Enloquecer por la cristalería

Sí, tienes razón en que la cristalería puede tener un impacto dramático en la forma en que experimentas tu cerveza, pero si el bar no tiene ese vaso IPA especial para la West Coast que acabas de pedir, respira hondo y cálmate.

No todos los bares tienen la capacidad o el espacio suficiente para almacenar la cristalería específica para cada bebida que sirven, especialmente debido a la alta frecuencia de rotación con la que muchos lugares actualizan sus ofertas en barril.

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Por lo tanto, es posible que no obtengas exactamente la experiencia que imaginaste publicar en Instagram, pero no tiene sentido enloquecer por eso.

En el futuro, si la cristalería es tan importante para ti, es mejor que primero la adquieras y luego bebas la cerveza que deseas tranquilamente en casa.

2. Ser un «hop head» fuera de control

Las cervezas estilo IPA siguen siendo el santo grial en lo que respecta a la popularidad y apreciación de la cerveza artesanal.

Pero no esperes que todos los que te rodean conozcan todas las diferentes variedades de lúpulos existentes y cómo estos son utilizados en cada etapa del proceso de elaboración de cerveza.

Es fantástico que te hayas tomado el tiempo de aprender, pero no hagas que los demás se sientan incomodos por algo que puede no ser tan importante para ellos, solo mantente relajado y cordial.

3. Reprender a tu camarero

A menos que estés en un bar de cerveza artesanal súper exclusivo, en donde deberás pagar un precio por sobre lo habitual para ser atendido por un sommelier de cervezas, es bastante probable que sepas un poco más sobre dos o tres cervezas de la oferta en línea de barril disponible que la persona que te atiende tras la barra.

¿Y qué? Si sabes tanto al respecto, felicitaciones, entonces no tiene sentido que apliques un test de conocimientos a la persona que te está sirviendo. Sólo bebe tu cerveza y deja que se ganen la vida tranquilos.

4. Beber cervezas adquiridas por grandes compañías

Sabes exactamente quién eres, esa persona que ahora se niega a beber Lagunitas o Goose Island porque «se vendieron».

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También eres la persona que dice que Sierra Nevada está bien para una cerveza que básicamente se ha convertido en una cervecería industrial.

Esta actitud es similar a la del snob de la música indie que deja de escuchar a una banda porque han firmado un contrato con un sello importante, así que ahora también se podrán escuchar en la radio.

A nadie le gustan los snobs de la música, entonces, ¿Cómo crees que te apreciaran por ser un snob de la cerveza?

5. Hablar de tu Certificación Cicerone

Felicitaciones, continúas adquiriendo conocimientos sobre algo que te apasiona, eso es básicamente lo que hacen todos los profesionales en todas las áreas del conocimiento.

Tu esfuerzo sin duda es apreciado, pero una vez que hayas obtenido alguna certificación, no es necesario que se lo cuentes a todo el mundo en todas partes cada vez que estás compartiendo una cerveza.

Lo anterior es especialmente desagradable si lo haces a un volumen que sea premeditadamente alto para que el camarero lo escuche.

6. Creer que fuiste el primero

¿Recuerdas la comparación con el snob de la música? Sí, otra vez es el mismo comportamiento.

Es increíble que hayas estado en algún punto anterior de la evolución del mercado en que nos encontramos hoy, pero a nadie le gusta que lo utilicen como un argumento de superioridad.

No has inventado nada.

7. Beber cervezas industriales

¿Estás pidiendo agua porque la única cerveza disponible es una Miller Lite? ¿En serio? Por favor no hagas el chiste de que Miller Lite y el agua son básicamente lo mismo.

Una Miller Lite por lo menos tiene algo de alcohol, el cual será muy necesario para que tus amigos puedan lidiar con tus comentarios toda la noche.

8. Tirar tus cervezas por el desagüe

De vez en cuando, inevitablemente nos encontraremos con una cerveza cuya falta de calidad hará que prefiramos dejar de beberla y descartarla.

Algo muy diferente es lo que ocurre cuando simplemente arrojas al desagüe una cerveza que no te gustó o porque crees que no está a la altura de tus estándares.

9. Ser un policía de estilos

La cerveza es una bebida de placer que no necesita ser diseccionada y analizada cada vez la consumes en cualquier lugar, porque si finalmente has conseguido esa cerveza algo esquiva que siempre quisiste probar, abre tu mente y disfrútala.

Honestamente tus amigos ya están hartos de escucharte hablar sobre si una cerveza es muy lupulada para su estilo o la carbonatación es demasiado suave o el retrogusto es más breve de lo que esperabas.

Siéntate, bebe y disfruta de tu maldita cerveza.

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