Por Carlos Uhart M.

El consumo de cerveza, una de las bebidas alcohólicas más populares a nivel mundial, ha sido objeto de numerosos estudios científicos para comprender sus efectos en la salud cardiovascular, específicamente en los niveles de colesterol.

Cerveza y colesterol
Cerveza y colesterol

Se trata de una bebida fermentada compuesta por una mezcla compleja de agua, alcohol, carbohidratos, minerales y compuestos bioactivos, está profundamente arraigada en las culturas de muchos países.

Este artículo explora la compleja relación entre el consumo de cerveza y los diferentes tipos de colesterol en el organismo, destacando tanto sus beneficios como sus riesgos potenciales.

Composición de la cerveza

La cerveza contiene compuestos bioactivos únicos, incluyendo polifenoles y flavonoides, que tienen la capacidad de influir en el metabolismo lipídico.

Los polifenoles, presentes en ingredientes como el lúpulo y la cebada malteada, tienen propiedades antioxidantes que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en las células.

Estos efecto desarrollan implicaciones positivas en el metabolismo de los lípidos, ayudando a mantener un equilibrio saludable entre el colesterol LDL y HDL.

Además, la levadura utilizada en el proceso de fermentación aporta vitaminas del complejo B, así como ácido fólico, contribuyendo a mantener a la salud cardiovascular.

Sin embargo, el contenido alcohólico y calórico de la cerveza también debe ser considerado, ya que su consumo excesivo puede contrarrestar signitivamente estos efectos beneficiosos.

El colesterol es un lípido esteroide que se encuentra en todas las células del cuerpo y es esencial para la formación de membranas celulares, la producción de hormonas y la digestión de grasas. 

Efectos sobre el HDL (colesterol bueno)

Uno de los efectos más documentados del consumo moderado de cerveza es su capacidad para aumentar los niveles de HDL o colesterol «bueno».

El HDL (lipoproteínas de alta densidad) se considera «colesterol bueno» porque ayuda a eliminar el colesterol de las arterias y lo transporta al hígado para su eliminación, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Este tipo de colesterol juega un papel crucial en la eliminación del exceso de colesterol LDL de las arterias, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Investigaciones han demostrado que el consumo moderado de cerveza puede incrementar los niveles de HDL entre un 4% y un 11%.

Este efecto se atribuye tanto al alcohol, que mejora la función hepática en el metabolismo lipídico, como a los polifenoles, que promueven un entorno antioxidante en el organismo.

Sin embargo, este beneficio solo es evidente cuando el consumo es moderado y acompañado de un estilo de vida saludable.

Impacto en el LDL (Colesterol Malo)

El efecto de la cerveza sobre el LDL o colesterol «malo» es más complejo y depende en gran medida de la cantidad consumida.

El LDL (lipoproteínas de baja densidad), por otro lado, se conoce como «colesterol malo» porque puede acumularse en las paredes de las arterias, formando placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.

Mientras que el consumo moderado parece tener un impacto neutral o incluso ligeramente beneficioso al reducir la oxidación del LDL, el consumo excesivo puede revertir estos efectos.

El aporte calórico elevado de algunas cervezas puede conllevar un aumento de peso, lo que está asociado con mayores niveles de LDL en sangre.

Además, el alcohol en cantidades excesivas puede sobrecargar el metabolismo hepático, alterando la producción y eliminación de lipoproteínas.

Por lo tanto, la moderación es esencial para prevenir efectos adversos en el perfil lipídico.

La importancia de la moderación

La clave para obtener beneficios potenciales del consumo de cerveza radica principamente en la moderación.

Estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo moderado, definido como no más de una pinta diaria en mujeres y hasta dos pintas diarias en hombres, puede estar asociado con una mejor salud cardiovascular.

Este nivel de consumo permite aprovechar los beneficios antioxidantes y antiinflamatorios de los polifenoles sin los riesgos asociados al consumo excesivo de alcohol.

Por el contrario, sobrepasar estos límites puede dar como resultado un aumento del colesterol LDL, un incremento en los triglicéridos y mayores riesgos de enfermedades hepáticas y metabólicas.

Consideraciones adicionales

Es importante mencionar que el impacto de la cerveza en el colesterol no puede evaluarse de manera aislada.

Factores como la dieta general, el nivel de actividad física, la genetica y otros hábitos de vida influyen significativamente en los niveles de colesterol.

Por ejemplo, una dieta rica en grasas saturadas y carbohidratos refinados puede contrarrestar cualquier efecto beneficioso de la cerveza.

Asimismo, individuos con condiciones médicas como hipercolesterolemia o que toman medicamentos hipolipemiantes deben ser especialmente cautelosos.

En estos casos, la consulta con un profesional de la salud es fundamental para evaluar si el consumo de cerveza es apropiado.

Cerveza vs. colesterol

Aspecto AnalizadoEfecto DocumentadoNotas
PolifenolesIncremento en HDL y propiedades antioxidantesDerivados del lúpulo y la cebada malteada
Vitaminas del complejo BApoyo a la salud cardiovascularAportadas por la levadura
Consumo ModeradoAumento de HDL entre 4% y 11%Asociado al alcohol y compuestos bioactivos
Consumo ExcesivoIncremento de LDL y riesgo de obesidadAporte calórico elevado
Impacto General en LDLNeutral o ligeramente beneficiosoDepende del nivel de consumo
Factores AdicionalesDieta, ejercicio, genética y hábitosImportante para evaluar el impacto total

Referencias

1. De Gaetano, G., et al. (2016). Effects of moderate beer consumption on health and disease: A consensus document. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases, 26(6), 443-467. pubmed.ncbi.nlm.nih.gov

2. Chiva-Blanch, G., et al. (2013). Effects of alcohol and polyphenols from beer on atherosclerotic biomarkers in high cardiovascular risk men: A randomized feeding trial. Nutrition, Metabolism and Cardiovascular Diseases, 23(5), 487-493. www.researchgate.net

3. Brien, S. E., et al. (2011). Effect of alcohol consumption on biological markers associated with risk of coronary heart disease: systematic review and meta-analysis of interventional studies. BMJ, 342, d636. www.ncbi.nlm.nih.gov

Recomendamos