El vaso tumbler, también conocido como «jelly glass» francés, es un vaso de cerveza caracterizado por su silueta voluminosa y robusta, con la parte superior más ancha que la inferior y un diseño generalmente hexagonal.

Vaso Hoegaarden
Vaso Hoegaarden

Las paredes del vaso suelen ser gruesas y en conjunto dan una sensación de robustez, ofreciendo una boca de vaso abierta estrechándose hacia abajo para formar una base pequeña con grandes facetas enjoyadas alrededor.

De la mermelada a la cerveza

Como sugiere su nombre, este vaso fue utilizado originalmente para guardar jaleas, miel y conservas en las provincias rurales de Francia y Bélgica, ya que su estructura sólida y gruesa ofrecía la resistencia necesaria para preservar alimentos de forma segura.

Con el tiempo, cuando no se usaban para estos fines, los granjeros comenzaron a utilizarlos como vasos de cerveza, convirtiéndolo en un objeto cotidiano y funcional. Así nació la asociación.

Ícono de Hoegaarden

Uno de los ejemplos más reconocibles de este tipo de vaso es el vaso Hoegaarden, creado por la emblemática cervecería belga del mismo nombre, fundada en 1445.

Su diseño presenta paredes gruesas, una boca amplia que se estrecha hacia una base sólida y pequeña, con facetas talladas tipo joya que lo hacen único y funcional.

Un vaso con leyenda popular

Una leyenda popular sostiene que este vaso fue diseñado con una forma que permite desencajarlo con una llave inglesa de las manos de los bebedores al final de la noche, por lo bien que se ajusta a la mano.

La cervecería Hoegaarden fue la gran responsable de su popularización mundial, especialmente para servir cervezas Witbier (cervezas de trigo belgas), y por eso también se lo conoce coloquialmente como «pinta belga».

Diseño y funcionalidad

 

El diseño del vaso tumbler no es solo estético, sino también altamente funcional, lo que explica su gran popularidad dentro de los consumidores de cerveza.

Su boca ancha permite una excelente liberación de aromas cítricos y especiados, favoreciendo una experiencia sensorial más rica.

Las paredes gruesas contribuyen a mantener la cerveza fría por más tiempo, mientras que las facetas hexagonales no solo aportan un aspecto visual distintivo, sino que también mejoran el agarre, incluso cuando el vaso está húmedo.

Por último, su forma tronco-cónica (cono truncado) facilita una buena retención de espuma y una adecuada carbonatación. Por todas estas razones, el vaso tumbler es especialmente recomendado para estilos de cerveza con perfiles aromáticos complejos y notas refrescantes.

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Autor Carlos Uhart M.

Director de contenidos en Zythos Media™. Redactor digital especializado en cerveza y gastronomía. Autor de "Guía Práctica para Catar Cerveza" y "Cocina y Coctelería con Cerveza".