El término «chanchitos de lúpulo» es un término habitualmente utilizado para describir un peculiar fenómeno de eructos rápidos y frecuentes que experimentamos tras consumir cervezas con alto contenido de lúpulo.
No se trata solo de que el alcohol baje la testosterona, sino de interacciones multifactoriales que involucran el sistema endocrino, el metabolismo hepático y hasta la microbiota intestinal.
Dentro de la lista de estilos clásicos de cerveza que han ganado nuevo impulso durante las últimas décadas, uno de los más exitosos y que mejor acogida ha tenido entre el público es el estilo India Pale Ale, originario de Inglaterra, más conocido simplemente como IPA.
El lúpulo es vital en la industria cervecera debido a sus diversas personalidades organolépticas: lúpulos nobles alemanes, cepas británicas amaderadas, varietales especiados estadounidenses o híbridos con perfiles a frutas tropicales.
Su composición estaba sujeta a variaciones locales y en muchos casos a un secreto celosamente guardado, pero el consenso general revela que la mezcla del gruit está históricamente vinculada a 3 hierbas.
¿Es adictivo el lúpulo? Los modernos «hopheads», esos bebedores de cerveza que alegre y obsesivamente buscan cervezas cada vez más y más lupuladas, no suelen comenzar de esa manera.
Hoy en día, las cervezas IPA regulares se han convertido en la norma y ninguna cervecería que se precie pasaría de tener una propia, pero ahora, la competencia esta dada por quien elabora la IPA más intensa, ruda y lupulada, cualquier cosa sobre los 100 IBU.
Cuando hablamos de cerveza artesanal, existen una infinidad de aromas y sabores para disfrutar, aunque sin embargo, con demasiada frecuencia se utilizan las mismas palabras sin distinción.
La cerveza era considerada una medicina en la antigua tradición europea. En la Edad Media, los monjes se fortalecían con el llamado “zumo de cebada” y los monjes se nutrían con entre tres y cinco «medidas» de cerveza al día.
Por qué se pone una rodaja de limón en el cuello de las botellas de cerveza de cristal blanco y no en las demás? Es un misterio que nunca ha quedado realmente claro hasta ahora.
La sigla IBU (International Bitterness Units) corresponde a la unidad de medida internacional de amargor y representa los iso-alfa-ácidos disueltos en la cerveza, en donde cada IBU equivale a un miligramo de iso-alfa-ácido por litro de cerveza.
La cerveza no siempre supo igual, sabemos que su producción y consumo fue una necesidad básica en muchas civilizaciones como una manera segura de calmar la sed sin contraer una enfermedad contagiosa gracias a su cocción y graduación alcohólica.